Se dice que el toque de un íncubo reduce las inhibiciones de los humanos, animándolos a actuar libremente según sus deseos.
Un íncubo joven es privado de la riqueza de su padre hasta que demuestre que es digno de sus antepasados.
Presa del pánico y mal preparado, grita "Soy tu hijo perdido hace mucho tiempo" cuando se enfrenta a la primera familia que encuentra en el reino humano.